Aplicación de los aspiradores en medicina

En Medicina tienen gran aplicación ciertos aspiradores. La aplicación terapéutica de estos instrumentos no es invención moderna; en obras antiguas se encuentra la descripción de una jeringa aspirante terminada en una cánula larga con la cual se aspiraban los líquidos morbosos del organismo; dábasela el nombre de pyulcon (del griego, pus y saco, extraigo).

A mediados del siglo xvii reaparece el uso de los pyulcos, utilizados por Scuttet, Juan de Vigo, Pedro Dionis, etcétera, en el tratamiento de los derrames pleuríticos. En 1700 publicó Anel el Arte de chupar las heridas sin recurrir a la boca. En 1769 describe Ludwig una máquina inventada por Breuer para aspirar los líquidos derramados en el pecho. En las obras de esta época y particularmente en la de Juan Andrés de la Cruz hay muchos dibujos que representan pyulcos y jeringas aspiradoras de distintas formas.

Los aspiradores cayeron en desuso hasta las investigaciones de Julio Guerin que utilizó el vacío en el tratamiento de las heridas en su método neumático o aspirador. Aunque más tarde varios distinguidos médicos han practicado la aspiración por medio de bombas aspirantes, más o menos perfeccionadas, es justo consignar que la aspiración se ha generalizado por los serios y perseverantes trabajos de Dieulafoy.

Compónense los aspiradores de reservorios depósitos en que se hace el vacío y de trócares o cánulas en comunicación con ellos mediante tubos de goma y que se introducen en las cavidades que se trata de vaciar. Se hace el vacío, bien por un émbolo, y así funciona el aspirador de Dieulafoy lo mismo el de simple efecto que el de doble efecto, o bien por una bomba aspirante, como en el aspirador de Potain que hace el vacío en un depósito en comunicación con ella o bien finalmente elevando la temperatura de un depósito que se enfría en seguida.

Los trócares son de dos especies: o agujas perforadas, de calibre variable que penetran fácilmente en los tejidos, pero que presentan la desventaja de que su punta quede en contacto con las paredes de la cavidad; o trócares cuyo punzón puede retirarse después de introducidos en la cavidad, dejando sólo la cánula.

El modelo de aspirador de Dieulafoy construido por Mathieu, consta de un depósito cilíndrico de cristal con guarniciones metálicas en el que se mueve un émbolo mediante una cremallera. Al cilindro se adaptan tres tubos, cada uno con su llave. Cerradas éstas, se hace el vacío en el cilindro elevando el émbolo; entonces se introduce en la cavidad que se intenta vaciar una aguja trócar que sea adaptada a uno de los tubos, y abierta la llave correspondiente, el líquido de la cavidad pasa a ocupar el cilindro vacío. Si no se ha aspirado todo el líquido, se cierra la llave del tubo adaptado al trocar y se abre la de otro tubo que sirve para vaciar el cilindro. La operación se repite cuantas veces sea necesario. El tercer tubo sirve para inyectar en las cavidades los líquidos que se juzguen necesarios.

Aparte de detalles de construcción, casi todos los aspiradores tienen un mecanismo análogo.

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