Aparato genital y reproducción de las aves

El aparato genital de las aves es bastante perfecto; en algunas aparece un pene perceptible. Los testículos están en el vientre sobre los riñones y se reducen a una especie de ovillos poco visibles que en la época del celo aumentan notablemente de tamaño. Los conductos deferentes corren retorciéndose sobre sí mismos a lo largo del lado externo de los riñones y forman antes de terminar unas pequeñas vesículas.

El ovario afecta la forma de un racimo, compuesto de 100 a 500 corpúsculos redondos que son las yemas, y está colocado en la parte superior del riñón. El oviducto es un tubo largo, en forma de intestino, que presenta dos aberturas de las que una desemboca en la cavidad abdominal y la otra en la cloaca.

La estructura y tamaño del huevo varían mucho, si bien la forma común es la que presenta el huevo de gallina. En lo que se refiere a los colores sólo puede decirse que generalmente los huevos depositados en cavidades son por regla general blancos o unicoloros, y los que están en nidos al aire libre presentan manchas, generalmente jaspeadas. El número de huevos de que consta cada puesta también es muy difícil de precisar y lo único que puede decirse sobre este punto es que varía de uno a veinticuatro.

La incubación comienza inmediatamente después de la puesta y las más de las veces se verifica por medio del calor que la hembra transmite a los huevos colocándose sobre ellos; muchas vocea la tarea de empollar se reparte entre macho y hembra; otras corresponde únicamente al macho. Algunas especies encomiendan este trabajo al calor del sol o al que se desprende de las sustancias vegetales en descomposición.

Debe advertirse que la incubación de los huevos puede obtenerse artificialmente con someterlos a una temperatura constante de 30° a 35° centígrados. El tiempo que dura la incubación varía mucho según las especies y según el clima. Los avestruces necesitan de cincuenta y cinco a sesenta días, al paso que los colibrís con diez tienen suficiente tiempo.

Nótese en las aves el fenómeno de que al salir del cascarón son tanto más débiles e imperfectas cuanto han de ser luego más fuertes y ágiles: así vemos que los pollos de la gallina se hallan ya en estado de buscarse por si mismos el alimento sin auxilio ajeno, y de poder correr con ligereza y seguridad a los pocos minutos de haber nacido; mientras que los de las especies superiores permanecen mucho tiempo ciegos y desvalidos.

El desarrollo posterior también varía mucho en lo tocante a su duración. Los pájaros, en general, tardan unas tres semanas en poderse servir de las alas y en cambio hay algunas aves que tardan muchos años en poderse igualar con sus padres. Todas las aves sufren durante su desarrollo y aun después de hallarse completamente formadas, varias mudas en las que cambian de plumaje. En cada muda, éste va haciéndose más brillante y hermoso en colores, al contrario de lo que pasa en la mayor parte de los demás animales.

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