Anisado de aguardientes

Es muy común en España anisar los aguardientes, lo cual consiste en saturarlos con esencia de anís; y como esta esencia es soluble en el alcohol e insoluble en el agua, de aquí que cuanto mayor sea la graduación de un aguardiente, más esencia de anís podrá contener, y por esto también sucede que al añadir agua a un aguardiente saturado de esta esencia, se precipita cierta cantidad de la misma en forma de precipitado lechoso, tan conocido en los aguardientes anisados.

El anisado de los aguardientes se practica destilando la esencia al mismo tiempo que el líquido fermentado, o directamente con el alcohol, o también haciendo atravesar los vapores alcohólicos por un órgano especial donde está contenido el anís de cuya esencia se saturan aquellos.

Otras veces se sigue el siguiente procedimiento:

Se mezclan de una vez el vino que se vaya a destilar y el anís en cantidad conveniente. De este modo se obtiene un aguardiente, por ejemplo, de 20° Cartier (53° Gay-Lussac), que si no se quiere de mayor graduación, puede expenderse en este estado.

Repitiendo la operación con el aguardiente anterior, al que se añade algo de vino, se pueden obtener aguardientes de 25, 28 y 27° Cartier (68, 70 y 72° de Gay-Lussac).

Otros fabricantes lo que hacen es emplear los aguardientes Holandas (20° Cartier o 53° Gay-Lussac), secos, que se vuelven a recolar en calderas planas, mezclados con una tercera parte de vino; se pone en las calderas al fuego el anís que se desee o juzgue conveniente, y se practica la operación con las mismas precauciones antes indicadas respecto a la separación de los primeros y últimos líquidos que destilan.

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