Los llamados así son aquellos que durante su vida o después de muertos proveen al hombre de productos aplicables a la industria y al comercio.

Entre ellos figuran en primera fila los carneros cabras, vicuñas, alpacas, castores, elefantes, búfalos, vacas, camellos, dromedarios, llamas y conejos. Estos son los que proporcionan los materiales más necesarios para la fabricación de telas, pieles y objetos de adorno. De los cuatro primeros se aprovechan las lanas o pelo; del elefante, los incisivos que proporcionan el marfil; el castor por su parte, además de proporcionar el producto medicinal conocido con el nombre de castóreo, es muy útil para los ramos de manguitería, sombrerería y guantería. Desgraciadamente este animal está muy próximo a extinguirse a causa de las grandes persecuciones que ha sufrido. En cuanto a los búfalos, vacas, etc., proveen con sus pieles de hermosos curtidos y sus pelos se aprovechan para la fabricación de telas. También entre los mamíferos pueden considerarse como de gran importancia entre los animales industriales, el cachalote y la ballena.

Entre las aves, las principales, bajo este punto de vista, son los avestruces, eiders, ánades, loros y multitud de pájaros que proporcionan las plumas, algunas de las cuales se pagan a precios muy elevados.

También entre los insectos existen animales industriales y no por cierto de poca importancia. Los que pueden colocarse a la cabeza son todos los pertenecientes a la familia de las abejas que dan grandes rendimientos con la producción de la miel y de la cera. Inmediatamente se presentan los gusanos de seda. No deben tampoco olvidarse los cínifes que contribuyen con sus agallas a la fabricación de las tintas negras. Además es de gran importancia la cochinilla, de la cual se extrae el carmín, y la lecania que proporciona el hermoso color rojo llamado bermellón.

Estos son los más importantes, pero además existen miles de millares de especies que en mayor o menor escala surten de productos aplicables a la industria.

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