Los animales de gran talla que causan perjuicios a las plantas, son primeramente todos los que están comprendidos en la llamada caza de pelo; después se cuentan los roedores; también son muy temidos todos cuantos fabrican galerías subterráneas, pues además de destrozar las raíces, ahuecan y falsean el terreno echando a perder los campos que invaden.

Los principales en todos estos grupos son el oso, jabalí, ciervo, gamo, corzo, liebre, conejo, ardilla, tejón, lirón, marmota, topo, rata, ratón, hámster y arvícola. Estos entre los mamíferos.

Entre las aves, se encuentran en primera línea las pertenecientes al grupo de las columbinas, que se alimentan de guisantes, habas, habichuelas, bellotas, fresas silvestres, brotes de las plantas y hojas tiernas. Después vienen los gorriones, jilgueros, maricas, cuervos, picos v pinzones.

Algunos de estos animales, como también el topo, considerados desde otro punto de vista, pueden conceptuarse como útiles, por la guerra que hacen a los insectos y demás animales de pequeña talla que infestan los campos. Por lo tanto, teniendo en cuenta los daños que causan a los campos y compensándolos con los beneficios que les reportan con la destrucción de los insectos, resulta que no debe perseguirse a los pájaros, dejándolos por el contrario en completa libertad y aun debe protegérselos en caso de apuro.

Donde se hallan los más terribles enemigos de la agricultura es entre los artrópodos. En la clase de los insectos se encuentran los más importantes. Uno de ellos, perteneciente al orden de los ortópteros, es la langosta, muy conocida en toda España por los estragos que causa en los cereales. La especie que parece tener el triste privilegio de colocarse a nivel de la langosta es la filoxera devastadora que destruye por completo los viñedos, A. ésta siguen otras especies pertenecientes como ella al orden de los hemípteros y que causan destrozos en toda clase de vegetales: cuales son los kermes, afis, livia, cita, filoxera quercus y por último, todos los conocidos con el nombre de pulgones.

En el orden de los lepidópteros se encuentran también muchos enemigos de las plantas, particularmente de los cereales: se distinguen por este concepto todos los pertenecientes a la familia de los tineidos y de los fitometrideos. En el de los ortópteros se distinguen los grillos y saltamontes. Entre los coleópteros los agriotes, los anisoplios, los elaterios y los llamados gusanos blancos. Entre los dípteros, los clorops, la cecidonia, la mosca de la cebada, la acantomia o destructora de raíces, casi todos los pertenecientes a la familia de los émpidos, y por último, gran parte de los de la familia de los nífidos: estos últimos son hasta cierto punto útiles, pues destruyen muchos insectos nocivos, particularmente pulgones.

Entre los himenópteros pueden citarse los cefos y gran número de urocéridos; también consideran algunos como nocivos a los de la familia de los cinípedos por el daño que su picadura produce en las plantas; pero atendida la gran utilidad que reportan a la industria, deben ser considerados como animales útiles. Estos son los más principales: además de ellos hay otros muchos en tan crecido número que sería casi imposible citarlos todos.

En la clase de los miriápodos pueden citarse como muy nocivos a las plantas los blaniulos, los iulos y los polidermos que, reuniéndose en grandes bandadas, devoran los granos en germinación y las raíces de gran número de plantas y toda clase de tubérculos.

Las anguilulas representan entre los enemigos de los cereales a la clase de los nemátodos. Los daños que causan estos animales, pueden sin embargo prevenirse con un tratamiento de agua acidulada por medio del ácido sulfúrico.

Entre los aracnoideos los que más se distinguen son los otearos, muchos de los cuales producen una enfermedad en las plantas donde se presentan. Las hojas de los árboles o de las plantas invadidas por ellos, comienzan por arrollarse en sus bordes y van luego perdiendo su brillo y color, quedando lacias y mustias y de un tinte amarillento claro con manchas marmóreas, Se encuentran principalmente estos animales en los árboles y plantas de jardín.

Hay también entre los moluscos muchos que causan estragos, principalmente en los cereales. Tales son las babosas gris y agreste que, particularmente en los años húmedos, se desarrollan y multiplican con una rapidez increíble y devoran los cereales cuando comienzan a brotar.

La mayor parte de las plantas tienen enemigos particulares que no atacan más que a determinadas especies de vegetales; esta circunstancia sirve muchas veces para combatirlos por medio de la alternativa de cosechas.

De todo lo expuesto resulta que los enemigos peores de toda clase de plantas se encuentran entre los animales de pequeña talla y los más terribles entre éstos pertenecen a la clase de los insectos. No hay más que pasar una ligera revista para convencerse de ello. Los que más daño causan a los árboles frutales son los bombircidos y los esfinginos; a los cereales, los gorgojos, pulgones y sobre todo los acridios y saltadores entre los que se encuentra la langosta que por sí sola causa más daño que todos los insectos juntos.

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