Anillos griegos y etruscos

El uso del anillo debió pasar a Grecia por influencia de los pueblos orientales; Homero, tan minucioso al describir los trajes y adornos de sus héroes, no menciona el anillo; en cambio Herodoto dice de Polycrato, tirano de Samoa en el siglo vi antes de J. C., que usaba una sortija de oro con una piedra de gran valor.

En un principio fue el anillo símbolo de esclavitud como lo prueba la fábula de Prometeo.

Los anillos griegos más antiguos eran de hierro, a lo que parece. Los lacedemonios, en tiempo de Plinio, aun los usaban de ese metal; pero en cambio los atenienses de buena posición los usaban de oro y de materias preciosas, adornados generalmente con pedrería, estando las piedras artísticamente grabadas, mientras las sortijas de hierro sólo las llevaban los pobres.

Extendido el gusto por los anillos de lujo, no sólo los jóvenes elegantes, sino hombres graves como Demóstenes y Aristóteles, cubrían con ellos sus dedos, y más aun las mujeres, pues además de que la mayor parte de los ejemplares que se conservan son demasiado pequeños para que pudieran ajustarse más que a dedos femeniles lo demuestran otros hechos; en una tumba de Nioopol, en Crimea, se han hallado los restos de un rey y de una reina del Quersoneso, con la singularidad de que el rey llevaba solamente dos sortijas, mientras en los dedos de la reina aparecieron diez, unas y otras hechas por artistas griegos del siglo iv antes de J. C., la época más bella del arte helénico.

Muy variadas fueron las formas que dieron a las sortijas. Algunas, adoptadas también por etruscos o romanos, llevan una piedra que por sus colores y a veces por la forma de su encuadramiento o engarce, ofrece la forma de un ojo, estando montada en un eje que la permite girar: era un amuleto contra el mal de ojo (fascinum). Otras en vez de piedra llevan un nudo que a causa de otra superstición se llamaba nudo de Hércules. Las sortijas solían llevarse como preservativos. También se usaron en forma de serpiente o de cinta en espiral, que daban una o muchas vueltas en rededor del dedo, cubriendo algunas toda una falange.

Las tumbas de Italia han suministrado como las de Grecia, cantidad de anillos, algunos de trabajo griego. Se distinguen los propiamente etruscos por llevar a modo de piedra la figura de un escarabajo; y también son etruscas unas sortijas compuestas de dos o más anillos de oro, unidos por un chatón largo a modo de cartela, que contiene una placa de oro, grabada o cincelada, con figuras de divinidades: de este género son las sortijas que se ven en los dedos de los personajes que aparecen recostados en los lechos funerarios.

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