Análisis y síntesis

El método analítico descompone una idea o un objeto en sus elementos (distinción y diferencia), y el sintético combina elementos, conexiona relaciones y forma un todo o conjunto (homogeneidad y semejanza), pero se hace aquella distinción y se constituye esta homogeneidad bajo el principio unitario que rige y preside ambas relaciones intelectuales.

Fundamos, pues, la distinción de las palabras análisis y síntesis en la raíz misma del fin que el conocer se propone (distinguir y asemejar), para traer a unidad de sentido sus diversas significaciones y evitar el equívoco a que da ocasión el nao de ellas sin precisar previamente su alcance.

Así, mientras para la Lógica de Port-Royal, el análisis es un procedimiento de regresión, que consiste en hallar los ascendientes de un descendiente dado, para Condillac el análisis es desmontar y volver a armar una máquina, con lo cual la síntesis entra en el análisis. Si Newton sostiene que analizar es ir de los fenómenos a las leyes, Hooke afirma, al contrario, que es ir de las causas a los efectos. Hamilton dice que el análisis va de lo compuesto a lo simple, y la síntesis de lo simple a lo compuesto y para ello distingue el análisis extensivo del comprensivo, según lo cual es posible, como pretende Fonsegrive, que análisis y síntesis se compenetre.

Si de la idea de hombre voy a la de europeo, procedo de lo compuesto a lo simple por relación a la extensión, hago un análisis extensivo y a la vez una síntesis comprensiva, porque voy de un pequeño número de atributos a un número mayor. Ir de los efectos a las causas es analizar (y tiene razón Newton), pero con análisis comprensivo, y también sintetizar (y tiene razón Hooke), pero con síntesis extensiva, pues lo que es compuesto para la extensión es simple para la comprensión y viceversa.

Se comprende pues, que el análisis, en el orden de la extensión, es síntesis en el de la comprensión, e inversamente, lo cual revela sobre la distinción de estas dos direcciones, la unidad del método mismo.

La síntesis sin el análisis es una obra de imaginación, una creación especulativa, producto del ingenio que no puede reproducir la realidad; porque la realidad no se adivina (no existe ciencia infusa) y para conocerla es necesario observarla y estudiarla en toda la complejidad de sus aspectos. A su vez el análisis, sin la síntesis, da materiales para la ciencia, pero no la ciencia. De este modo análisis y síntesis revierten a la unidad del método y son procedimientos de oposición lógica, pero no de oposición real, pues no existe una realidad analítica y otra sintética, sino la compleja o empírico-ideal.

El método analítico es el antecedente de la síntesis sin que podamos preguntar el porqué (la razón o el fundamento) de una cosa, sin saber previamente lo que es. Analizamos, por ejemplo, cuando examinamos detalladamente las particularidades de un todo o de un conjunto corno base para conocerlo en síntesis; pero es claro que en el detalle y en lo específico late implícito el todo y por consiguiente la unidad del método.

El analítico se denomina intuitivo, porque parte de la percepción directa de los hechos o de la intuición de las ideas; ascendente, porque marcha de lo compuesto a lo simple, aunque en el sentido ya indicado; inductivo, por la misma razón; de descomposición, por las funciones que en él predominan (diferencia y distinción); posteriori, por los procedimientos que usa; empírico, porque ejercita la observación; explicativo, porque desenvuelve la complejidad de lo cognoscible, e inventivo, por lo que ayuda al pensamiento a descubrir las múltiples y complicadas relaciones de los objetos.

Volver a ANÁLISIS – Inicio