Análisis químico o descomposición

Consisten éstos en la aplicación de ciertos reactivos que separan unas especies de otras, o unos principios de otros, o las bases de los ácidos con quienes estuviesen en combinación. Dichos reactivos ponen de manifiesto los cuerpos por las coloraciones diferentes, producidas en sus combinaciones, o por la formación de cuerpos insolubles en el seno de las disoluciones, o ya, en fin, por la separación de cuerpos gaseosos o en estado de vapor. Para todas estas acciones es necesario disolver los cuerpos que se ensayan. Este procedimiento se conoce con el nombre de hidrognóstico o por vía húmeda.

Los reactivos que generalmente se emplean en este procedimiento son: ácidos, como el sulfúrico, clorhídrico, acético, tánico, etc.; álcalis, como la potasa, sosa y amoníaco; otros óxidos, tales como la barita, cal, magnesia, óxido de plomo, alúmina, óxido de estaño, etc.; sales, como el nitrato argéntico, cloruro bárico, cianuros dobles, sulfocianuro potásico, acetato neutro y acetato básico de plomo, y otras sustancias como el carbón, para clarificar algunas disoluciones.

Se reconocen también los cuerpos por los fenómenos de oxidación o de reducción, y los de fusión y coloración producidos por la llama, y con el auxilio a veces de los fundentes y otros cuerpos que favorecen la acción del calor; entre estos son los más importantes el bórax, la sal de fósforo, el carbonato de sosa, el nitro, el clorato potásico, el cianuro potásico y el nitrato cobaltoso, dándose en este caso al procedimiento empleado el nombre de pirognóstico o por vía seca.

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