Alumbre cúbico, de roca y de Roma

1° Alumbre cúbico.

El alumbre cúbico tiene exactamente la composición del alumbre tipo alumbre común, diferenciándose tan sólo en la cristalización.

Se forma principalmente bajo la influencia de un exceso de base alumínica (para lo cual se añade carbonato potásico hasta que el precipitado que ocasiona deje de redisolverse) y de una temperatura que no exceda de 40° a 45°, procurando que los cristales se formen en el liquido filtrado. Los cristales que en estas condiciones se forman, carecen de hierro.

2° Alumbre de roca.

El alumbre común u octaédrico expuesto a la acción del fuego, se disuelve en su agua de cristalización, para lo cual basta la temperatura de +92°, y dejándole enfriar, resultan masas cristalinas que se denominan alumbre de roca, forma que se le da en varios puntos de producción, para su mejor transporte.

3° Alumbre de Roma.

Alumbre de idéntica composición a los anteriores que se obtiene sometiendo a una ligera calcinación el mineral conocido con el nombre de alunita o piedra alumbre que no es otra cosa que sulfato alumínico-potásico con un exceso de alúmina hidratada y ácido silícico. Por este medio se deshidrata el excedente de base y se hace insoluble; se deja en contacto del aire por algún tiempo para que pierda la cohesión y se trata después por el agua para convertirla en alumbre.

Aunque el alumbre de Roma tiene un ligero color róseo, considérasele como puro, pues el óxido férrico que le da este color, se halla interpuesto y pulo.

El alumbre de Roma es muy apreciado para el uso de la Tintorería.

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