Alteraciones en los animales por aclimatación

Las alteraciones y modificaciones que en loa animales ocasionan los cambios de clima son muy semejantes a los que experimenta el hombre por los mismos motivos y que ya quedan especificados. Tales son las afecciones intestinales, las enfermedades del hígado y de los centros nerviosos.

El extremo calor y el frío extremado ocasionan una rápida mortalidad entre los recién nacidos y oponen grandes dificultades a la aclimatación. La alteración momentánea que el cambio de estaciones determina en la oportunidad de las concepciones, de los partos y de la eclosión de los huevos aumenta al principio las dificultades.

Bajo los trópicos, los rumiantes y el caballo pierden talla, dan menos trabajo, son menos vivos y alegres y sucumben más pronto. El paludismo ejerce en los animales mucha menor influencia que en el hombre, pero no deja por esto de producir su efecto.

El cambio de clima produce modificaciones muy notables en las cubiertas; en las regiones tropicales las especies lanares pierden su lana y ésta es sustituida por un pelo corto, liso y ralo; al contrario, cuando una especie del género ovis se transporta de las regiones cálidas a las templadas, se advierte desde las primeras generaciones que la lana se afina, se alarga, se aprieta y tiende a rizarse. En general, en las regiones tropicales los animales conservan sus cubiertas, pero el pelo se hace más corto y más seco.

La vuelta al estado salvaje no es posible en tanto no estén desarrolladas en el animal que ha de aclimatarse las facultades necesarias para atender a su subsistencia, a su defensa, a la huida, etc. Las defensas naturales se perfeccionan por la selección, el aspecto anterior va siendo más uniforme y los caracteres propios de la especie se van limitando; el perro pierde el rugido y no conserva más que el gruñido y el ladrido; el gato, aun en domesticidad, pierde el maullido; el puerco que vuelve al estado salvaje, presenta los huesos de la cara acortados y la cabeza levantada, y lo mismo en este animal que en el perro se observa que las orejas, en ejercicio constante, tienden a quedar verticales.

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