Alférez mayor de los peones

Hubo también en la milicia de la Edad Media otro importante empleo que se designó con el título de Alférez mayor de peones, y el que tal oficio ejercía era el jefe principal de los peones gente de a pie, que servia en la guerra.

Tenía a su cargo particular los peones que venían de diez en diez, y de veinte en veinte, de los lugares donde no había corregidor, ni traían capitanes, y los distribuía en cuadrillas de ciento, confiándolos a personas que de ellos tuviesen cargo para que pudiesen servir mejor; y si el rey quería otorgar el oficio de capitán de peones a alguno de sus servidores, se tomaba la tropa de la que gobernaba el alférez.

Sobre todos los peones ejercía éste funciones administrativas; y así llevaba relación circunstanciada de cuantos había en el real, con el fin de poder dar cuenta y razón de ellos siempre que se le pidiera; y ninguno podía retirarse del ejército sin que obtuviese licencia firmada del Alférez.

Hallábase éste de continuo a la inmediación del monarca; y cuando el rey pedía para cualquier función peones, lanceros, ballesteros, era deber del Alférez el presentarlos sin demora, bien sacándolos de los que directamente tenía a sus órdenes, bien solicitándolos de los que mandaban capitanes o corregidores, que de esta suerte estaban sometidos al gobierno y dirección del Alférez.

El que tal dignidad y empleo ejercía, llevaba la bandera con los peones que dirigía y los que el rey le mandaba el día de batalla o cuando pasaba por tierra de enemigos; su caballo iba encubertado con cuello, testera y lanza guarnecida.

Tenía por razón de su cargo diez mil doscientos maravedís, y a más dos días de sueldo por cada peón que viniese a servir, uno de venida y otro de vuelta. Andando el tiempo fueron menguando las prerrogativas del Alférez mayor cielos peones, convirtiéndose el título en distinción meramente honorífica.

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