Alcoholado de amoníaco

El alcoholado de amoníaco se llama también espíritu de sal amoniacal vinoso, licor de amoniaco vinoso, alcohol amoniacal o amoníaco alcoholizado.

Se prepara vertiendo una parte de amoníaco líquido en dos partes de alcohol a 90°.

Agregándole una parte de tintura de ámbar por cada 28, se obtiene el alcohol amoniacal de ámbar; con una parte de aceite volátil de espliego, o aceite volátil de romero, por cada 23 de alcohol, se obtiene el alcoholado amoniacal de romero o de espliego.

El alcohol de amoníaco de ámbar amarillo es llamado también amoníaco succinado, mixtura de amoníaco y de aceite de succino, agua de Luca y espíritu o alcohol amoniacal succinado.

Para prepararle se emplean 15 partes de aceite de succino rectificado, dos de jabón blanco, dos de bálsamo de la Meca y 375 de alcohol a 90°. Durante ocho días se deja la mezcla en maceración, se filtra después, y por cada parte se agregan 16 de amoníaco líquido, extendido en un volumen de agua igual al del álcali volátil.

Este alcoholado se emplea en medicación externa contra las parálisis, los reumatismos y las mordeduras de animales venenosos; también, con ciertas precauciones, se puede hacer que le respiren las personas atacadas de síncope.

Es un estimulante antiséptico, del cual se pueden administrar algunas gotas en un vaso de agua azucarada.

El alcohol de amoníaco anisado se prepara con 24 partes de alcohol a 90°, una de aceite volátil de anís y una de amoníaco líquido, bastando agitar bien el líquido para que se mezclen los elementos y obtener un buen estimulante carminativo.

Volver a ALCOHOL – Inicio