Acueductos de abastecimiento de agua en la ciudad de Manchester

Las obras que actualmente abastecen de agua a la ciudad de Manchester y sus arrabales y cuya construcción ha durado desde 1848 hasta 1874, son en algunos conceptos las obras más notables en su género, en las cuales dificultades de carácter nada común han quedado felizmente dominadas.

Estas se refieren principalmente a los embalses que en número de siete tienen presas de 20 a 30 metros de altura, y aunque el asunto no pertenece con toda propiedad a este artículo, el enlace que tiene con el plan de alimentación de la ciudad hace preciso dedicarle algunas líneas.

El agua se toma del río Etherow y sus tributarios que brotan de la falda occidental de la sierra Pennine y desaguan, por el río Mersey, en el mar de Irlanda. El sitio de donde se toma el agua está a la mitad próximamente entre Manchester y Shefield; el área de la cuenca es de unas 44.300 hectáreas y sube en algunos trozos a una elevación de unos 540 metros sobre el nivel del mar y de 360 a 390 por encima del profundo y poético valle de Longlendale, donde están situados los principales pantanos.

El agua de los manantiales es muy diáfana y aireada, con pocas o ningunas sustancias extrañas. Abunda en todas épocas, porque la comarca produce mucha más que la acostumbrada en proporción al área de donde nacen los manantiales. La cantidad de agua que coge la cuenca interceptada podría llegar a un total de 182.000 metros cúbicos diarios, de los cuales unos 59.000 tienen que repartirse como compensación a los molinos que hay en el río, dejando por tanto unos 123.000 para abastecer la ciudad y sus arrabales.

El agua de las estaciones de grandes lluvias se recoge en espaciosos estanques cuya capacidad total es de 19 millones de metros cúbicos. En algunos de estos estanques se detiene el agua turbia para que se pose o purifique, echándola después como suplemento al río; y en otro se guarda el agua pura cuando no es necesaria para el consumo de la ciudad, hasta que hace falta por tener poca los manantiales. La de estos se reúne por separado y se lleva a la ciudad en acueductos especiales.

En la época de crecidas se separa el agua turbia de la pura, pasando la primera a unos estanques separados para almacenarla y enviando en seguida la pura a Manchester o pasándola a otros estanques para su empleo ulterior.

Los acueductos que llevan esta agua desde los manantiales y desde los depósitos consisten en su mayor parte en túneles y conducciones cubiertas de 1,83 metros de diámetro, con sifones de hierro colado de grandes dimensiones para cruzar un valle antes de llegar al primer depósito de la ciudad, distante de ella unos 13 kilómetros. De allí pasa el agua a otros depósitos, desde los cuales se distribuye para el servicio público.

Los conductos de los valles principales en que se recoge el agua de manantial, o los canales separados para las aguas turbias, son en su mayor parte cajas abiertas de hormigón de 15 centímetros de grueso en los lados y en el fondo, resguardadas con un murete de piedra en seco de 23 centímetros de grueso. Su construcción es barata, fácil y de resultados excelentes. Los embalses son en número de trece, su extensión superficial de 240 hectáreas y su capacidad de 21 millones de metros cúbicos.

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