Llamado también gutta rosacea o caparrosa, es la afección crónica limitada a las partes de la cara desprovistas de pelo, particularmente a la nariz, mejillas y mentón, que se extiende a veces por las partes laterales del cuello, y caracterizada por manchas de color rojo más o menos vivo, uniformes o con ramificaciones vasculares que palidecen a la presión, papulitas y pústulas rojas, blandas y elásticas, prominencias mayores y excrescencias.

Se distinguen tres grados:

1° Hay rubicundez en la punta de la nariz y sus inmediaciones, que puede extenderse a las mejillas, las orejas y la barba, y que adquiere un tinte más oscuro y determina sensación de ardor por los cambios bruscos de temperatura, en el invierno, después de la comida, o al acercarse a la lumbre. Cuando dura mucho tiempo se presentan vasos sinuosos de nueva formación. La caparrosa puede permanecer muchos años estacionaria en este grado, desaparecer sin dejar huellas o bien pasar al segundo grado.

2° En este se producen nudosidades de color rojo intenso, consistentes, elásticas y no dolorosas, del tamaño de un cañamón al de un garbanzo, aisladas o reunidas en grupos y con ramificaciones vasculares en su superficie.

3° También llamado rhinophima, existen en la nariz excrescencias lobuladas, redondeadas o irregulares, conglomeradas, formando a veces tumores de consistencia elástica, cuya superficie se halla recorrida por vasos que pueden alcanzar el calibre de un cañón de pluma y sembradas de comedones y pústulas de acné. La nariz puede adquirir proporciones y formas monstruosas. Estas nudosidades y abultamientos tuberosos están formados por un tejido conjuntivo gelatiniforme, de nueva formación, que es susceptible de organizarse formando tejidos más persistentes, pero que puede también retraerse y ser reabsorbido cuando es reciente. Hay además dilatación e hipertrofia de los folículos sebáceos, dilatación de los vasos existentes, telangiectasias y neoformación de vasos.

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