En Arcadia (hoy Nueva Escocia), en los cuarenta y cinco grados de latitud N., pero situada casi en la misma banda isotérmica que Dinamarca, 400 o 500 emigrantes franceses en 1671 se convirtieron bien pronto (en el reinado de Luis XV) en 70.000 indígenas, no obstante las emigraciones y las guerras. Unos 10.000 emigrantes franceses que pasaron al Canadá de 1663 a 1760 son hoy más de un millón de franco-canadienses a pesar de la guerra de las Colonias y de una emigración incesante a los Estados Unidos. Abundan las familias con ocho, doce y quince hijos, la mayor parte de los cuales prosperan. La población crece en un 25 y hasta en un 40 por mil al año.

Han debido, sin embargo, tener lugar las modificaciones orgánicas que la aclimatación lleva consigo, pues la temperatura media de Quebec, por ejemplo, es cinco veces más baja que la de París, las oscilaciones termométricas mucho más considerables y la fauna, la flora, la higrometría, todo concurre a caracterizar dos climas notablemente distintos.

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