En Argelia la mortalidad de los colonos franceses es grande, 37 por 1.000, siendo en Francia de 22 por 1.000. La de los colonos alemanes es aún mucho mayor, 56 por 1.000. En cambio los españoles, muy numerosos, los italianos y los malteses tienen una mortalidad mucho menor, 30, 28 y 30 por 1.000 respectivamente. Los españoles y los malteses son los más prósperos, porque siendo los más fecundos deben un aumento de la mortalidad al gran número de los recién nacidos, y sin embargo, apenas alcanza a la de los italianos, notablemente menos fecundos (natalidad de la población francesa 41, de la española 46, de la maltesa 44, de la italiana 39, de la alemana 31 por mil).
Es un hecho muy notable y que caracteriza la aclimatación europea en Argelia la prosperidad de los españoles, mayor sobre esta tierra africana que en la misma España. En efecto, permaneciendo igual la mortalidad en los dos países (30 por 1.000), la natalidad, que es solamente de 37 por 1.000 en España, se eleva a 46 por 1.000 en Argelia.
En un clima cruel para los conquistadores franceses, el español en condiciones sociales desfavorables ve aumentar su natalidad mientras que su mortalidad general permanece estacionaria, lo que significa que la mortalidad de cada grupo de edades disminuye, y constituye el carácter distintivo del colono aclimatado y destinado a formar raza. Con razón puede esperarse, atendidos estos hechos y el aumento constante de la inmigración española, que la Argelia se convierta con el tiempo en una colonia española, si no por su bandera, por la sangre de la raza con más condiciones de vitalidad.
Los italianos y los malteses gozan de esta perfecta y fácil acomodación al clima argelino. La provincia de Constantina, funesta a los españoles mismos, ha sido habitada por los malteses sin detrimento alguno y en prosperidad siempre creciente.
Respecto a la colonización francesa, los datos más optimistas de origen francés indican que la permanencia de los franceses, como colonos, en Argelia es posible; que es más problemática para la familia del Norte de origen germánico, que para los franceses del centro, y que es fácil para los aquitanos y ligures.
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