Acero Bessemer

El método Bessemer está fundado en la afinación del hierro colado por combustión intermolecular, combustión obtenida por medio de una corriente de aire insuflada a través de la masa metálica en fusión. El calor desarrollado por esta combustión intermolecular debe ser suficiente para elevar y mantener la temperatura del metal a tal altura que no sea necesario recurrir a un foco exterior de calor.

Se carga con hierro colado en fusión un aparato en forma de retorta, llamado Conversor Bessemer, y se somete la masa durante un tiempo variable de 6 a 30 minutos, a una corriente de aire que se insufla a través del metal fundido; la temperatura se eleva en seguida a causa de la oxidación rápida de las sustancias mezcladas con el hierro, como son el carbono, silicio, manganeso, etc., con lo cual el hierro colado se va afinando más y más.

Actualmente, en las fábricas inglesas y francesas se tiene la práctica de añadir a la masa, en el momento preciso en que la oxidación del hierro comienza, un 5 a 8 por 100 de hierro colado que contenga de 3 a 4 por 100 de carbono y de 8 a 20 por 100 de manganeso (spiegeleisen), y en seguida se vierte la masa fundida en lingoteras verticales.

La marcha de la operación se marca por el color de la llama, que es muy brillante durante la combustión del carbono y se oscurece en cuanto el hierro empieza a ser atacado; ordinariamente basta la práctica para enseñar al obrero el momento en que debe obtenerse la insuflación, pero algunas veces los fenómenos son poco claros y entonces no hay más remedio que recurrir a observaciones espectroscópicas y al examen de las escorias.

La duración de la insuflación varía según la composición del hierro colado que se emplea, según el grado de descarburación y la presión del aire; esta última suele variar de 1 kilóg. a 1,7 por centímetro cuadrado; la duración de la insuflación de seis a diez minutos, por lo general, pero algunas veces se prolonga hasta 30.

En Suecia la duración normal de las operaciones Bessemer es de 9 a 12 minutos con carga de dos toneladas y media; en Inglaterra el tiempo mínimo no baja nunca de 12 minutos; en algunas fábricas de los Estados Unidos hacen de 45 a 50 operaciones diarias en 24 horas con un par de conversores de cinco toneladas y una producción de 267 toneladas de lingotes cada día.

Para la fabricación del metal Bessemer es necesario emplear minerales ricos y puros, exentos de cobre, azufre, fósforo, y ricos en manganeso, como son muchos minerales de España, Pirineos, Argelia, Estiria, etc.

El procedimiento Bessemer se publicó en 1856 en Inglaterra; su autor introdujo en poco tiempo repetidas mejoras en la marcha de la operación, desarrollándolo por fin en 1859, tal como queda indicado, ante la sociedad de ingenieros de Londres; inmediatamente se adoptó este procedimiento en Inglaterra, en toda Europa y en los Estados Unidos. En Suecia y en Alemania varía algo la práctica de la operación, y como tratan hierros colados que contienen de 2 a 4 por 100 de manganeso y aun más, no necesitan añadir nuevo recarburante manganífero (spiegeleisen); además el conversor es fijo.

La densidad del metal Bessemer es mayor que la atribuida al hierro y al acero: la densidad del hierro colado varía entre 7,1 y 7,5; la del hierro forjado entre 7,5 y 7,8; la del acero clásico entre 7,7 y 7,85 y la del metal Bessemer es de 7,82.

Actualmente se fabrican con acero Bessemer, placas de grandes dimensiones, espolones para buques, carriles para las vías férreas, palastros, barras de todas clases, etc.

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