Aceite de succino y de resina

Aceite de succino. — Llámese así la parte oleosa que acompaña al ácido succínico en la destilación seca del succino, compuesta de tres hidrocarburos líquidos isoméricos con la esencia de trementina y cuyos puntos de ebullición varían de 110° a 250° y 300°.

Este aceite se convierte por el ácido nítrico en una resina que tiene olor de almizcle. Su disolución alcohólica adicionada de amoniaco constituye el agua de Luz que se emplea en las picaduras de animales venenosos y se hace aspirar en caso de síncope.

Aceites de resina. — Con este nombre impropio se conoce un líquido de consistencia oleosa, procedente de la destilación seca de las resinas, especialmente de la colofonia.

Además de los gases hidrocarbonados, entre 108° y 150° se volatilizan otros hidrocarburos, llamados viva esencia, que están formados principalmente de retinapta y retinilo; desde 280° pasa en la destilación un aceite llamado aceite fijo o pesado que es otro hidrocarburo, el retinol, y a 350° se fija en los recipientes una materia de un color pardo negruzco que se conoce en los talleres con el nombre de materia grasa y en los laboratorios con el de retistisina o metanaplatina y en la retorta queda de residuo un, carbón brillante. La viva esencia reemplaza a la esencia de trementina en algunas aplicaciones.

El aceite de resina pesado, decolorado y clarificado por contacto de una lejía de sosa de 41°, se usa para ciertas tintas de imprenta, para la pintura de los buques y para fabricar las mezclas o grasas negras que se emplean en lugar de los cuerpos grasos ordinarios para lubrificar los ejes de los coches, los engranajes de las máquinas, etc.

Se obtiene un aceite útil para el alumbrado, no congelable y sin acción sobre los metales, sometiendo la mezcla de viva esencia y aceite pesado sobre 15 por 100 de cal apagada. El producto destilado se pone en contacto con ácido sulfúrico durante una hora; so decanta, se lava en agua caliente y se destila segunda vez sobre el negro animal.

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