Acción terapéutica del aceite de hígado de bacalao

La acción terapéutica del aceite de hígado de bacalao no depende de ningún principio especial.

El yodo, el bromo, el fósforo y la trimetilamina, contenidos en el aceite, lo están en tan mínimas cantidades que no pueden ejercer efectos medicamentosos marcados. La diferente acción de este aceite y de las demás sustancias grasas vegetales y animales depende de dos circunstancias sobre las cuales llamó la atención O. Neumann. en 1865, y son: primera, la fácil absorción de este aceite por el tubo digestivo; y segunda, su mayor facilidad de oxidación.

Si en un animal se introduce aceite de hígado de bacalao en un asa intestinal y se ligan los dos extremos y en otra una sustancia grasa vegetal o animal distinta, en igual cantidad, algún tiempo después de introducidas ambas asas intestinales en el abdomen, puede observarse que el aceite de hígado de bacalao ha sido absorbido, en mayor o menor cantidad, en tanto que la otra sustancia grasa se encuentra casi íntegra.

Según las observaciones de Neumann, la permeabilidad de las membranas animales para los aceites grasos vegetales es de 7 a 8 veces menor que para el aceite de hígado de bacalao, y para las grasas animales 6 veces menor. Por esta razón pueden darse cantidades relativamente grandes de aceite de hígado de bacalao y ser absorbidas; mientras que débiles dosis de otras sustancias grasas vegetales o animales determinan efectos purgantes. Pero la absorción del aceite de hígado de bacalao tiene un límite, excedido el cual se comporta como los demás cuerpos grasos de digestión difícil, determinando evacuaciones alvinas por su contacto con la mucosa digestiva.

Neumann ha tratado de demostrar que los elementos de la bilis que existen en el aceite de hígado de bacalao son los que determinan su mayor facilidad de absorción; y, en efecto, Nemnann y Wistinghausen habían demostrado que la permeabilidad de las membranas animales para los aceites grasos vegetales aumenta notablemente si se mezclan con bilis; pero este aumento de difusibilidad no alcanza, ni se aproxima al del aceite de hígado de bacalao. La explicación de Neumann es generalmente admitida.

Una vez absorbido, el aceite de hígado de bacalao obra como excelente alimento reparador y dinamógeno. Por su influencia la nutrición se activa, aumenta el peso del cuerpo y todas las funciones del organismo adquieren mayor vigor y energía. Este efecto dinámico se explica por la facilidad de oxidación de este aceite, demostrada experimentalmente, pues el permanganato potásico oxida con gran rapidez las grasas fluidas de los peces, y con mucha mayor dificultad las grasas vegetales sin que se sepa la razón de esta diferencia. El aumento del peso del cuerpo puede llegar a algunos kilogramos en semanas. Cutler y Bradford, en 1878, han demostrado un aumento considerable de los glóbulos rojos y aun también, aunque menor, de los glóbulos blancos de la sangre cuando este medicamento es bien tolerado y no determina trastornos digestivos.

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