Si llamamos A al calor de combustión total de la albúmina transformándose en ácido carbónico y agua, B al calor de combustión de la cantidad de urea correspondiente a todo el nitrógeno contenido en la sustancia albuminoide y X al calor producido por la transformación de la albúmina en urea, ácido carbónico y agua, resultará que C=B+X y por lo tanto X=C-B.

Como A y B pueden ser conocidos por experimentos calorimétricos directos, obtendremos el valor de C, esto es, la cantidad de calor producido por la transformación en el organismo de las sustancias albuininoideas en urea, ácido carbónico y agua.

Siendo casi constante la cantidad centesimal de nitrógeno de las sustancias albuminoideas, y por consiguiente la de urea que producen, se ve que el calor termógeno de estas especies alimenticias es igual a su calor de combustión total, menos el de la urea correspondiente, esto es, menos 528 calorías próximamente por kilogramo de sustancia proteica seca.

Frankland ha mostrado que este calor asciende a 4.368 calorías (de 1 kilogramo) para un kilogramo de albúmina seca, transformándose en urea, ácido carbónico y agua. Obtendremos, pues, el valor termógeno o dinamógeno de un alimento multiplicando el peso de sus sustancias ternarias por el calor de combustión total de estas materias y añadiendo el calor de combustión de sus sustancias proteicas que se transforman en urea, esto es, el producto del peso en kilogramos de los principios proteicos, por el número constante 4.368.

Recíprocamente, conocido el calor de combustión total de una sustancia alimenticia, sabremos su calor de combustión en el organismo, restando de su calor de combustión total tantas veces 528 calorías como kilogramos haya de sustancias proteicas en un peso dado del alimento en cuestión.

Si se calcula de este modo el calor de oxidación de la ración alimenticia media (124 gramos de sustancias proteicas, 398 de hidratos de carbono y 74 de grasas) tendremos, admitiendo lo que es muy dudoso, que esta ración es íntegramente asimilada y quemada en el organismo, que un hombre desarrolla en 24 horas 2.500 calorías. Puede comprobarse esta resultado.

Gavarret ha encontrado que por cada gramo de oxígeno absorbido, un adulto produce 3,2 calorías; y como absorbe 730 gramos de este gas próximamente, se ve que desarrolla en 24 horas 2.360 calorías, número que no difiere mucho del hallado por el otro camino.

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