Accidentes geográficos

Aunque la palabra accidentado, aplicada al terreno, no es propia, sino que debe decirse terreno escabroso, desigual, áspero, cortado, quebrado, sinuoso, se dice y puede decirse accidente del terreno y accidente geográfico, refiriéndonos a todo cuanto hace relación a las formas que presenta la variada estructura y relieve de la tierra, a todos los objetos que hay en su superficie y que tienen o pueden tener valor estratégico o táctico.

No se trata, pues, solamente de terreno quebrado o desigual: en la estratégica son accidentes geográficos una carretera, una aldea, un pantano, una llanura, un sembrado, etc., en suma, todo cuanto pueda influir en las operaciones y maniobras.

En la estrategia militar suelen calificarse como accidentales los puntos estratégicos y las bases y líneas de operaciones secundarias o eventuales; pero en realidad sólo deben llamarse accidentales cuando ocurren cambios que obligan a modificar el primitivo plan de operaciones y por consiguiente a elegir base o línea distinta y a dar importancia estratégica a puntos objetivos o sujetivos que antes no la tenían. Por lo general son accidentales los puntos estratégicos de maniobra. Las bases y líneas de operaciones secundarias y los puntos estratégicos secundarios no siempre son accidentales, sino que muchas veces están previstos de antemano como etapas para llegar a constituir o tomar los principales.

Los accidentes geográficos se denominan naturales o artificiales según que sean debidos a la naturaleza misma o al hombre. Los principales accidentes geográficos naturales son los ríos y las montañas que determinan líneas fluviales y líneas, masas o grupos orográficos; siguen después los valles, las llanuras, los lagos, lagunas y pantanos, las selvas y los bosques y los mares. Los accidentes geográficos artificiales son: las vías de comunicación (ferrocarriles, carreteras, etc.), los cultivos, los centros de población, las plazas fuertes y las fronteras políticas.

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