Ablución de salvajes y bárbaros

Lo dicho es aplicable a la purificación que salvajes y bárbaros se imponen cuando han derramado sangre o celebran funerales.

Los Dacotas de la América septentrional emplean el baño de vapor, no sólo como medida de limpieza de las manchas e inmundicias que causa el asesinato y el contacto con un cadáver, sino como recurso de purificación moral. Entre los Navajos, a los enterradores o a los que conducen los muertos a la sepultura, se los considera manchados, hasta que se lavan esmeradamente con agua con sagrada por ciertas ceremonias.

En Madagascar ningún asistente a un entierro entra en lugar importante hasta haberse bañado; y, en todo caso, tienen que someterse a ciertas abluciones los vestidos de los concurrentes a un funeral. Entre los Basutos del África meridional, los guerreros que vuelven de la batalla deben purificarse en la corriente de agua más próxima, de la sangre que han derramado; y, además, en la misma corriente han de limpiar y lavar sus armas.

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